Autodiálogo

A veces, demasiadas veces, me pregunto qué estoy haciendo con mi vida. No estoy mal en este camino, pero no es aquel que realmente deseo tomar.

Y entonces qué es lo que te gustaría hacer con tu vida?

Vivirla en lugar de construírla. Viajar sin rumbo, tiempo ni destino. Romper moldes, mis propios moldes, trascender mis propios límites.

Ya, muy bonito...para eso hace falta dinero!

Sí, probablemente, pero muy poco. Además eso te lo puedes ir encontrando por el camino. Vivo el día a día luchando por mantener mi espacio en la sociedad y contra mis deseos de evasión, resignándome a seguir el camino marcado. Trabajamos para ganar dinero con la esperanza de poder usarlo para hacer realidad nuestros sueños, pero en realidad es el trabajar lo que nos lo impide, no la falta de dinero.

Pues hazlo! Nada te lo impide...

Al contrario. Todo me lo impide, siendo el principal impedimento yo mismo. No la esencia de mi ser, sino ese gran porcentaje de mí que ha sido moldeado por factores externos.

No tienes derecho a quejarte, has tenido mucha suerte con esos factores externos y blablabla

Es cierto, desde el punto de vista predominante he tenido mucha suerte. Sin embargo no estoy seguro de compartir dicho punto de vista. Me siento como Bernard Marx. En cualquier caso, es irrelevante que haya tenido suerte o no. Me niego a usar eso como un consuelo más para seguir el camino.

Tonterías de juventud, todo el mundo pasa crisis de estas. Ya se te pasará.

Pues que triste...