Sunday, September 10, 2006

Trekking en lo más de lo más

Este finde me he ido a una acampada multitudinaria de un club del MIT. Éramos unos 50 cobijados o acampados en unos terrenos y una cabaña que tiene el club. Me lo he pasado genial por la gente que he conocido y he podido pasarme muchas horas delante de un fuego asando cosas pinchadas en un palo, cosa que me encanta y no hacía desde hace tiempo.
No tengo tiempo de contarlo tan extensamente como querría pero como, por experiencia, si no lo hago ahora ya no lo haré, voy a contarlo brevemente y por puntos (gran parte de ello puede ser mentira. Son muy exagerados y les he pillado en varias. Yo pongo lo que me han contado).

  • El sábado era el 5 aniversario del 9-11 así que alguien decidió conmemorarlo poniendo una bandera americana en todos los montes de la cordillera de los apalaches que pasasen de los 1400 m. (4000 pies) Total, que el club se ofreció a encargarse de un monte y no se conformaron con una banderita sino que se chuparon todo el trekking con un mástil de x metros (no lo llegué a ver pero pedían gente para ayudar a llevarlo) y una bandera de 5x10 metros aprox (esta sí la ví). Encima a la bajada les llovió y se les empapó la bandera, que acabamos secando en el tejado de la cabaña.
  • Conocí a una chica de primero en el MIT que no sabía donde estaba ningún otro país del mundo excepto Australia, Canadá, Rusia, USA y Mexico. Además decía abiertamente que para ella lo más importante era ser la mejor en todas las asignaturas y que había venido a la acampada como última actividad ociosa antes de que mañana empiecen las clases en serio.
  • He comido los dos días a base de unas tiras de carne de ternera resecas al sol. Parecido al jamón pero mucho más intenso y fibroso. Además casi les hago comer a dos indios sin darme cuenta
  • Conocí a un turco que cazaba con un rifle de asalto (calibre 15 creo que decía). Él estaba en contra pero solía ir con su suegro que era un "Red Neck" (apodo para los americanos del sur profundo) Me contó que cuando disparaban a un ciervo el orificio de salida era tan grande que toda la carne de ese lado había que tirarla. Estaba obsesionado con conseguir cazar un "Moose" de una tonelada. Era musulmán practicante: ni alcohol, ni cerdo, etc... pero tuvimos una conversación muy interesante con otro cristiano también practicante sobre la naturaleza sexual del hombre y la mujer (distintas. No especificaré) Me chocó el modo en que el musulmán describía cómo no había sido capaz de abstenerse en eso, y cómo se sentía fatal cada vez que lo hacía.
  • Dos guías "cachas" y una chica que estaba en la marina pero estudiando en MIT de permiso, hicieron un trekking de 20 km corriendo (con correspondiente ascensión a dos picos) y lo celebraron poniendose calcamonías de Hello Kitty por la cara.
Bueno, que hay innumerables cosas a contar así que me centro en lo mío (esto es un poco coñazo, no hace falta que os lo leais. Resumido con fotos en mi flickr):

Entre las otras salidas que proponían mencionaron una que era "lo más" (para los americanos todo tiene que ser "lo más" de algo). El monte Washington (no tendrá ni 2000 metros) que es el más duro de la cordillera, el más peligroso, el más alto al este del Mississippi y al norte de las Carolinas, el que mayor viento ha registrado de la historia y donde peor tiempo hace de todo USA. Las estadísticas decían que había niebla 300 días al año, acompañado de lluvia la mayoría de las veces. A pesar del calor que hace por aquí decían que los que quisieran ir debían ser trekkers experimentados, con buen material y un abrigo de gore-tex. Su clima es tan extraño que en cuestión de 15 minutos la temperatura puede cambiar 50 grados fahrenheit y ponerse a nevar.
Vamos, que yo ni puto caso y me apunté con mis deportivas cutres rotas en el talón y un chubasquero que había comprado el día anterior por 20 dólares. Conociendo a los americanos, siendo el trekking de solo 15 km y habiendo una carretera que sube hasta la cima, no podía ser para tanto. Yo me llevaba el GPS y si había problemas volvía por el mismo camino en un par de horas. Todo fue bien, fuimos 2 guías y 6 guiados de los cuales dos indios no aguantaron y bajaron en cremallera (cuesta 50 dólares, aunque bajes solo. A los coches que suben conduciendo les cobran lo mismo)
La verdad es que lo de abajo acojonaba: un letrero con más de 100 personas que habían muerto debido al viento o heladas. Decían que a algunos el viento los había levantado directamente del suelo y se los había llevado hasta el precipicio (había cortados y tal). En invierno debe de ser horrible porque esta todo helado, pero la gente sigue subiendo porque hay buenas cascadas para escalada en hielo.
El caso es que empezamos a subir con un sol espléndido y justo cuando habíamos pasado la zona más chunga vimos un montón de nubes desbordarse desde la cima y en 10 min estaba lloviendo con una niebla horrible. Acababamos de ladear cortados y hacer semi-escalada (trekking de grado 4 lo llaman aquí, que es sin cuerdas pero con movimientos de escalada y sitios donde tienes que subir con flexiones de brazos) todo esto con un patio de cagarse, de modo que dar media vuelta no era una opción, y menos con los dos indios cagados. Por tanto seguimos para arriba durante otra media hora con una visibilidad nula (previendo esto, había cahirns de más de un metro cada menos de 10). Derrepente, sin ningún tipo de aviso, llegó un viento fuerte y en 5 minutos se había llevado todas las nubes. Visibilidad perfecta. Pero evidentemente ese viento traía más nubes y entonces nos empezó a granizar. Por suerte estábamos ya cerca del "centro de visitantes" en la cima así que nos resguardamos pero no paraba.
Los indios y un guía pagaron los 50 dólares para bajarse en cremallera, y el resto nos lanzamos a disfrutar de la bajada, eso sí, por una ruta mucho más fácil. Pronto estuvimos por debajo de las nubes y entonces ya ni niebla ni granizo (esto es más raro...) y nos lo tomamos con calma pero aún quedaba algo más: Cuando quedaban dos kilómetros para el coche empezamos a oír truenos y cuando quedaba uno, nos pilló una lluvia torrencial (ahora ya a baja altura y en un camino muy marcado) El último kilómetro fue un sprint por no ponernos los chubasqueros y fue de lo mejor, pero acabamos empapados de todas todas.

Hoy, en lugar de volver a juntarse los guías para proponer rutas, el nuestro ha decidido que le gustaba demasiado nuestro grupo y le daba pereza conocer gente nueva. Por tanto dijo a los demás guías que él no podía liderar ninguna salida y nos hemos ido los mismos (sin los indios miedicas) a hacer otro trekking similar, pero sin inclemencias climáticas. Una chica se ha encontrado 20 dólares y hemos acabado el día comiéndonos una tarrina "grande" de helado (1 galón=4 litros)

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